“Para lograr tasas de inversión de 28% es preciso aumentar el ahorro privado en 4 puntos porcentuales para llegar a un 22%; un ahorro público de 3% del PIB y ahorro externo también de 3%. Si no logramos incrementar la tasa de inversión debido a los efectos adversos de la reforma tributaria y la productividad crece al 1,5%, entonces el ritmo de crecimiento del PIB sólo llegaría a 4,4%”. Este escenario es que el que describe Libertad y Desarrollo (LyD), una situación compleja ya que, según la entidad, durante el último tiempo el ahorro privado ha descendido y la tasa de inversión se ha mantenido bajo la meta del 28% que contemplaba el programa de gobierno.
“El incremento de 20% de la tasa de impuestos a las empresas, reducirá el ahorro, la inversión y empleo de las PYME al tener menor recursos para su financiamiento”, afirma en su informe LyD. Y es que el efecto sobre el crecimiento de la reforma tributaria y del mayor gasto en educación, a juicio de la entidad, resulta ambiguo ya que por un lado se reduce el ahorro privado y la inversión, factores que impactan en la tasa de inversión, pero por otro permitiría un aumento en la productividad del trabajo al mejorar la calidad en la educación, situación que sería posible sólo en el largo plazo.
Otro punto que aborda el informe respecto al ahorro privado, muestra que en casi un 70% corresponde a las utilidades retenidas de las empresas, y el proyecto de reforma tributaria impactará negativamente sobre el ahorro privado y por consiguiente en las metas de crecimiento del país.
En ese sentido, LyD reconoce que bajo este escenario “es realmente difícil mantener una tasa de crecimiento de 6% como fue el objetivo del programa de gobierno”. Es que considerando una tasa de inversión de 28%, tal como lo proponía el programa de gobierno, con un crecimiento del empleo de 2%, se requeriría un esfuerzo de aumento de productividad de 2,3% lo que “no es posible alcanzar en el corto plazo”.
Según explica el investigador del Programa Económico y Social de LyD, Francisco Klapp, estos supuestos deben ser considerados para poder enfrentar un crecimiento más sólido y no depender del financiamiento externo como pilar del crecimiento. “A lo mejor la reforma tributaria podría tener más guiños hacia la inversión y el ahorro (…) pensando en un equilibrio de largo plazo, es bueno que se nos preste dinero para crecer pero eso no es infinito”.
Y agrega: “Con una tasa de inversión como la que hay hoy día, con un aumento del empleo de 2% y un aumento en el total de los factores de cerca del promedio, el crecimiento sostenible de largo plazo es de 4,4% (…) si queremos crecer de forma sostenible los próximos años se debe incentivar más el crecimiento de estos factores como la inversión”.
En su informe, LyD también detalla cuales son los aspectos más relevantes de la reforma. En esa línea destaca que el aumento del 17% al 20% en el impuesto de Primera Categoría, “reafirma una vez más que aumentos transitorios en los tributos usualmente terminan siendo permanentes”. Junto con eso critica que el proyecto no cuente con un mecanismo como el 14 quater que permite que las PYME reinviertan sin tener que pagar impuestos, que de alguna forma“ ayudaría a compensar los efectos adversos de esta alza”.
Respecto de los denominados impuestos verdes, si bien LyD valora la medida, advierte que “no se presentan dentro de un esquema general para combatir males que tenga un criterio ordenar y que evite discrecionalidades, tampoco se hace cargo del uso de combustibles fósiles (…) gravar ciertos bienes, sin mayor explicación, puede conducir a una dinámica inconveniente para intentar incluir o exceptuar de los impuestos a bienes en particular”, acota el informe.
(Fuente: Diario Financiero)
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