El gobierno envió esta semana al Congreso una iniciativa con la que pretende flexibilizar las normas laborales del turismo, pero que considera una serie de disposiciones para los servicios asociados a esta actividad, como restaurantes, bares y hoteles. La medida forma parte de la la Agenda Impulso Competitivo anunciada en 2011.
El texto legal autoriza a pactar condiciones especiales en materia de distribución e interrupción de jornadas y días de descanso. Esto, bajo el argumento de que la demanda del sector “es difícil de prever y se concentra fundamentalmente en fines de semana y feriados”, y que incluso se presentan cambios dentro de un mismo día. El Ejecutivo asegura que con el proyecto se generará un “fuerte incentivo a la contratación de mano de obra”, sobre todo en regiones y entre jóvenes y mujeres.
(Fuente: La Tercera)
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