El ministro de Hacienda y vicepresidente de la República, Felipe Larraín, anunció ayer el envío del proyecto de ley que crea una institucionalidad permanente para la discusión del reajuste del salario mínimo.
El secretario de Estado afirmó que “queremos tener para Chile una institucionalidad permanente de fijación del salario mínimo. El proceso actual no da para más y toma meses. La última discusión del salario mínimo fue muy larga y se sale de lo que son los cánones que deberían primar, para transformarse al final en algo un poco estéril”.
La iniciativa establece un comité de ocho expertos que serán nominados por el presidente y que deberán ser ratificados por el Senado. El objetivo de la instancia tiene como propósito entregar una propuesta al titular de Hacienda, para la posterior discusión legislativa y con una fijación del salario mínimo de cada año. Ello, junto al monto de reajuste de la asignación familiar y maternal del Sistema Único de Prestaciones Familiares.
Al respecto, Larraín aseguró que el rango establece dos criterios: el primero, tal como señala el artículo 3° del Convenio 131 de 1970 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el preservar y ojalá mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores que ganan menos, mientras que el segundo, tiene que ver con los factores económicos, incluidos los requerimientos del desarrollo, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo.
CUT: “Impresentable”
Desde una de las veredas involucradas año a año en la negociación, el ánimo con que se recibió el anuncio fue negativo. Para el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Nolberto Díaz, el anuncio “da la sensación de que tienen un afán por cumplir un programa, esto era un compromiso de hace tres o cuatro años y pretenden a última hora hacerlo. Y pretenden además radicar la discusión del salario mínimo en una comisión técnica que no corresponde. Esto tiene más olor a ley de amarre de última hora que a otra cosa”.
Es más, agregó que “pero es el estilo del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, que más allá de las bromas y las tallas, al final del día es un tipo tremendamente autoritario que hace lo que a él se le ocurre. En estos cuatro años, nosotros nunca pudimos discutir el salario mínimo, lo digo con absoluta autoridad. En los cuatro años del presidente Piñera, jamás pudimos discutir el salario mínimo con el gobierno”.
Consultado por la propuesta de gobierno que plantea la mandataria electa Michelle Bachelet, quien también plentea un esquema similar para la definición de los parámetros (ver recuadro), el dirigente señala que esa idea, “es de esas propuestas que nosotros no respaldamos. En el programa de gobierno de Michelle Bachelet hay propuestas en materia laboral que nosotros respaldamos y otras que derechamente no respaldamos: ellos proponen $ 250 mil en dos años y nosotros creemos que este año se tiene que llegar a los $ 250 mil. Por favor, la Iglesia hace 4 ó 5 años propuso que el salario mínimo vital debía ser de $ 250 mil, la oposición que va a gobernar no puede pretender que a mitad de su gobierno, es decir en dos años más, recién lleguemos a los 250 mil pesos”.
Respecto al nuevo mecanismo de discusión del reajuste, afirma que la discusión del salario mínimo tiene que quedar radicada donde corresponde, y esa discusión es entre los actores incumbentes, es decir, la CUT, el gobierno y el Parlamento y no meter comisiones ad hoc, menos a última hora , lo que me parece de mal gusto”, sentenció.
(Fuente: Diario Financiero)