La Corte Suprema acogió recurso de unificación de jurisprudencia y condenó a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) por el despido injustificado de trabajador contratado a honorarios por 3 años en Temuco.
En fallo dividido (causa rol 18.186-2017), la Cuarta Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Sergio Muñoz, Ricardo Blanco, Gloria Ana Chevesich y los abogados (i) Jorge Lagos y Rodrigo Correa– acogió el recurso presentado en contra de la sentencia que rechazó la demanda presentada por Pablo Novoa Gangas, funcionario de la Junaeb en Temuco, entre 2013 y 2016.
La sentencia del máximo tribunal establece que existió entre el recurrente y la Junaeb una relación laboral regulada por el Código del Trabajo, debido a que suscribieron sucesivos contratos por funciones permanentes y no para labores específicas, como establece la normativa sobre contratos a honorarios.
“(…) si una persona se incorpora a la dotación de un órgano de la Administración del Estado bajo la modalidad contemplada en el artículo 11 de la Ley N° 18.834, pero, no obstante ello, en la práctica presta un determinado servicio que no tiene la característica específica y particular que expresa dicha norma, o que tampoco se desarrolla en las condiciones de temporalidad que indica, corresponde aplicar el Código del Trabajo si los servicios se han prestado bajo los supuestos fácticos que importan un concepto, para este caso, de subordinación clásico, esto es, a través de la verificación de indicios materiales que dan cuenta del cumplimiento de las órdenes, condiciones y fines que el empleador establece, y que conducen necesariamente a la conclusión que es de orden laboral”, sostiene el fallo.
Resolución que agrega: “Lo anterior, porque, como se dijo, el Código del Trabajo constituye la regla general en el ámbito de las relaciones laborales, y, además, porque una conclusión en sentido contrario significaría admitir que, no obstante concurrir todos los elementos de un contrato de trabajo, el trabajador queda al margen del Estatuto Laboral, en una situación de precariedad que no tiene justificación alguna”.
Además, “la acertada interpretación del artículo 1 del Código del Trabajo, en armonía con el artículo 11 de la Ley N° 18.834, está dada por la vigencia de dicho Código para las personas naturales contratadas por la Administración del Estado, que aun habiendo suscrito sucesivos contratos de prestación de servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto especial que regula a la entidad contratante, se desempeñan en las condiciones previstas por el Código del ramo”, añade.
“Bajo este prisma debe uniformarse la jurisprudencia, en el sentido que corresponde calificar como vinculaciones laborales, sujetas al Código del Trabajo, a las relaciones habidas entre una persona natural y un órgano de la Administración del Estado, en este caso, en la medida que dichos lazos se desarrollen fuera del marco legal que establece el artículo 11 de la Ley N° 18.884, que autoriza la contratación, sobre la base de honorarios, ajustada a las condiciones que dicha norma describe, en la medida que las relaciones se conformen a las exigencias establecidas por el legislador laboral para los efectos de entenderlas reguladas por la codificación correspondiente”, añade.
Por lo tanto, concluye:
“I.- Se declara que la relación contractual que suscribieron es de carácter laboral, y se extendió desde el 1 de septiembre de 2013 hasta el 3 de junio de 2016, y que el despido de que fue objeto es injustificado. En consecuencia se condena a la demandada a pagar las cantidades que se indican por los conceptos que se señalan:
a).- $ 1.115.858, correspondiente a indemnización sustitutiva del aviso previo.
b).- $ 3.347.574, por concepto de indemnización por años de servicios”.
Decisión adoptada con los votos en contra de la ministra Chevesich y el abogado integrante Correa.
(Fuente: pjud)
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